El Iruto


Son como asteroides semánticos. Llegan desde el espacio friki y chocan con tu cabeza. El último salió de la boca de Belén Esteban, la musa de tele 5 y de más de media España que dice no estar al tanto de sus aburridas correrías, a pesar de que la ven un día sí y otro también. Me refiero a la palabra -palabro, más bien- iruto. Me cuentan que Belén de España se sonó los mocos mientras Carlos Jesús, digo Jorge Javier (siempre me empeño en llamarle Carlos Jesús y no sé bien por qué), le recriminó por ello, ya que lo hizo mientras este divo de la tele hablabla. La Esteban, como es costumbre, no sólo le preguntó al presentador si el no tenía mocos, sino que añadió con descaro: 'si te molesta esto, el día que me tire un iruto, verás'. Iruto, como ya habreis adivinado, es una aberración fonética de eructo.
El viernes pasado, mientras uno de estos asteroides surcaba las ondas; otro, éste real, se inmiscuía en el espacio que hay entre La Tierra y la Luna y, un segundo pedrusco, más pequeño, caía sobre una ciudad rusa innombrable y en la que había una delegación de turismo de Tarragona vendiendo...pero ¿vendiendo qué? La verdad es que no se me ocurre nada razonable, así que resumiremos en que se trataba de uno de nuestros ya famosos irutos políticos.
Pero volviendo a los meteoritos, es un tema bien serio puesto que hay millones de pedruscos vagando por el espacio en busca de una órbita en la que quedarse y un planeta sobre el que fenecer. Es como el nivel de contaminación analfabética que parece haberse instalado en la ondas. Llegan como un asteroide y se quedan en su órbita con el beneplácito de la audiencia.
Para quien no lo sepa, un meteorito es lo mismo que un asteoide; un pedrusco interestelar, vamos, pero muy distinto a un cometa. De hecho, éste, al igual que los asteoriodes recorren órbitas distintas por nuestro sistema Solar (y fuera de él), pero al contrario que aquéllos, los cometas son bolas de hielo. Los asteroides no suelen verse -las estrellas fugaces lo son- salvo cuando entran en contacto con el aìre denso de la atmósfera terrestre y se prenden fuego. Los cometas se ven porque a medida que avanzan, su cola helada va perdiendo hielo, como si se trataran de un frigorífico volante que acabamos de desenchufar. Todos representan un peligro, y por eso hay una red de radiotelescopios siguiendo sus trayectorias. Hasta aquí la ciencia.
Las patadas al diccionario que dan los 'caspofamosos' son una curiosa mezcla de asteroides y cometas. Por un lado, porque te dejan helado, por otro porque siempre vuelven y, en último lugar, porque representan un peligro para la salud mental. Palabras como contrimás o contramás, en lugar de cuanto mas; antiyer, en lugar de antes de ayer, etcétera.
En realidad, los exhabruptos orales siempre han existido. En los pueblos era ( y es) corriente que el Eusebio o la Blasa digan por riba (por arriba); antipasao (antepasado), asin (así)...y un largo etcétera de errores gramaticales que pasan de padres a hijos y de estos a los nietos. Esos errores ocurrían porque mucha gente no sabía leer ni escribir y el lenguaje que adquirían era oral. De tal modo que todo el aprendizaje se hacía por el oido. Esto provocaba que sonidos parecidos o mal escuchados fueran completados a su manera por cada cuál. Actores como Bob Hope o Rod Hudson, quedaban sincopados en Bozope y Rojason
Pero lo de la tele es otra cosa. Gente que sabe leer y escribir y que han tenido la oportunidad de adquirir cierta formación, nos devuelven ese regalo social en forma de asteroides semánticos desde la sacrosanta televisión. En los pueblos meten patadas al diccionario porque no les queda otra; en la tele meten patadas al diccionario por desidia, molicie y caspa neuronal.
Si nadie se atrevió a decirle nada a la Esteban en directo solo puede deberse dos motivos: porque la tienen miedo -lo cuál es comprensible- o porque ellos también irutan (lo cuál es comprensible) y se echan peos (también muy posible). Y que conste que yo no veo esos programas, aunque me conozco las andanzas del Pipi, el Coto Matamoros, la Mila...y el Kiko. ¡Madre mía, qué pandilla!. Cómo puede haber gente que vea esos coloquios?. Por cierto, ¿alguien me puede decir que pasó con la mujer de Pipi?, es que yo me quedé en que la había puesto los cuernos con unas cuantas y que pasaba los teléfonos de las chicas de 'mujeres hombres y viceversa' a los futbolistas para que los ases del balón 'las conocieran a fondo'. Pero que conste que yo no veo esos programas. Faltaría mas. Los documentales de la 2 y los documentales del PP y el PSOE; vamos sus 'espiches' políticos y poco más. Y esos también irutan, os lo digo yo.

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