TATUAJES

Antes, los tatuajes, sobre todo los referentes al amor, se llevaban en el alma. Pero ahora, como ocurre con los selfies, lo que se ha puesto de moda es borrarlos de la piel cuando uno/a abandona o es abandonado/a por quien fue su gran amor. Por eso los fabricantes de láser se frotan las manos cada vez que la gente se enamora porque saben que, ese estado, tiene fecha de caducidad. 

Ahora lo ha hecho M. Griffith, tras su divorcio anunciado de Banderas, pero antes ha habido muchas mas estrellas de Hollywood que, como las figuras de palpel couché o maché siguen marcando las modas del planeta. 

Lo sabía Aznar cuando se tatuó con Bush la declaracón de que en Irak había armas de destrucción masiva; el primo de Rajoy, cuando dijo que no había calentamiento global ni cambio climático, Zapatero destacó la crisis como una desceleración acelerada…y tantos y tantos tatuajes que se adquieren por la palabra y que no hay láser que los quite. 

Antes, el tatuaje de los contratos se hacía estrechando las manos, pero hoy que existe el láser bancario, muy poca gente cumplen con la palabra dada. Es lo que ocurrió con la venta de acciones preferentes y también, en otro orden de cosas, lo que pasa con los meterólogos, por ejemplo, cuando se tatúan pronósticos y cliclogénesis explosivas que luego no suceden o que no suceden cuando ellos dicen, que es casi lo mismo.

Ahora RTVE se ha propuesto tatuarse la zafiedad y la falta de respeto en muchos de sus programas. A la caridad televisiva de Entre Todos, conducido por Toñi y sus preciosos dientes, ha surgido El Pueblo más Divertido, que viene a rememorar aquel programa de Ramón García cuando soltaba la vaquilla o se pasaba la patata caliente entre los alcaldes, pero con mucha más caspa. Y es que entre los telediarios sin información, lo programas de caridad y el insulto a los pueblos, a los que les llaman paletos, RTVE se ha tatutado la caspa en la programación y nos tememos que eso no se quita ni con el láser.