¿Habemus papas?

Ya sé que nada mas leer el titulo de este post se os ha venido el Vaticano a la cabeza y habreis pensado que era otro articulo tostón sobre las conspiraciones internas y las tensiones políticas que hay en la Curia romana para elegir el sucesor del Papa Benedicto XVI. Y por ser un tema inquietante -de Cuarto Milenio, vamos-, RTVE ha desplazado hasta Roma a un equipo de reporteros y presentadores para hacer periodismo de investigación; es decir, repetir los discursos oficiales o leer despachos de agencia, cosa que podrían haber hecho sin moverse de España. Osea, que seguimos malgastando dinero público, pero es que somos así; excesivos por genética.  

Aunque también es posible que el equivocado sea yo, puesto que se rumorea que dependiendo del Papa que se elija con la fumata blanca, la miseria se acabará en España, y el paro, y las corruptelas...hechos, todos ellos, ahora sí, muy inquietantes.

Seguimos embriagados de endogamia sin darnos cuenta de que lo que de verdad importa es lo que la pasa a la gente de la calle: las hipotecas, la salud, la vida...Lo que un miembro de la raza calé resumiría con esta frase: 'lo que importa no son los papas, sino las papas' (patatas); o, dicho de otro modo, 'lo que importa es que haya papas que echar al estómago de los churumbeles'.

Pero lo que más me ha impresionado ha sido la foto publicada por el diario El País (que reproduzco aquí), con un rayo cayendo sobre el Vaticano después de la renuncia del Papa. Como hombre del tiempo que soy, lo hubiera calificado como el resultado de una ciclogénesis explosiva tras una perturbación atmosférica de gran magnitud, pero, para simplificar, lo dejaré en un rayo que esperamos no sea apocalíptico, ni tenga que ver con ninguna profecía acerca de la elección de un papa negro (o de color) o choque un asteroide con la Tierra (el viernes 15 pasará uno rozandito).

Vivimos una época convulsa, llena de ciclogénesis informativas, políticas y sociales. Donde es difícil separar el grano de la paja; las consecuencias de la prima de riesgo de lo que cuesta el pan; las subastas del Tesoro, de lo que influye en ellas la corrupción; distinguir el funcionariado en que se ha instalado España -en lo público y lo privado- , de la parálisis del consumo, etcetera, etcétera.
La realidad que nadie parece ver, es que aquí la única 'fumata blanca' que se espera con ansiedad es la barba de Rajoy enredada entre el humo de esos purazos que se mete entre pecho y espalda, aunque sea en Eurovegas, mientras dice en televisión 'Habemus Papas...pero pa tos', como un personaje de José Mota; lo que traducido querría decir que hemos superado la recesión -de verdad, sin amagos- y empezamos a crear empleos dignos.
Mientras eso llega, y los anillos de oro de la troupe cardenalicia detiene los rayos cósmicos que caen sobre el Vaticano, habrá niños que sigan muriendo de hambre y enfermedades cada segundo; coreanos desafiando a la razón con sus pruebas atómicas y, más cerca, aquí al lado, continuaremos viendo a familias enteras tirando de la pensión del abuelo para sobrevivir en la casa o en la chabola. 
Me cuentan que un gitanillo entró corriendo hace un par de días en una chabola y soltó: máma, han dicho en la tele que habemus papas. Tras lo que la madre, más lista que el hambre, se echó a reir y contestó: ¡ay resalao, pero que van a disí eso.Tu te crees to lo que disen en la tele, vargame er sielo, cómo van a disí que que habemus papas, si hoy he puesto lentejitas con choriso. Así que uno menos (el choriso, digo) y se echó a reir, mientras en todas las televisiones con pantalla de plasma del poblado tronaban las noticias sobre el primer papa que tuvo dignidad o estaba harto y dimitió antes que convertirse en una papa arrugá.